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Una gran parte de la energía que consumimos es derrochada debido a las fugas de calor. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el 40% de las pérdidas de calor se deben a un inadecuado aislamiento de los hogares. No obstante, algunas medidas como la instalación de doble cristalera o de ventanas con rotura de puente térmico permiten evitar la fuga de entre un 8 y un 13% de la energía consumida, lo que supone un ahorro directo en las facturas.

El acceso a la energía eléctrica está considerado como un derecho básico apareado al bienestar. La climatización en el hogar es un punto clave para poder crear el ambiente adecuado de vida confortable. Ya sea contra el frío o contra el calor pero una gran parte del año vivimos preocupándonos con conseguir una temperatura agradable dentro de nuestros hogares, y para ello, es imprescindible contar con un aislamiento térmico correcto en casa. Evitar las fugas de energía puede ayudarnos a reducir el uso de calefacción en invierno y de refrigeración en verano, algo que supone un importante ahorro de dinero a la hora de acondicionar el hogar.

Además del aislamiento, existen otras medidas que pueden ayudarte a controlar la climatización de tu casa ahorrando en tus facturas.

Secretos para ahorrar en tu climatización del hogar según estaciones:

En invierno

  • Mantén persianas y cortinas abiertas por el día para deja entrar la luz y el calor solar y ciérralas por la noche para reducir las fugas de calor e intentar mantener tu casa lo más aislada posible.
  • Instala un autoclimatador o programa la calefacción a una temperatura fija, de forma que cuando la casa alcance la temperatura determinada parará de seguir consumiendo energía. Una temperatura interior de 20-21 ºC es suficiente para obtener una sensación de confort. Por la noche puede reducirse hasta los 17 ºC o incluso desconectarla.
  • No te olvides, en invierno hace frío y abrigarte también es una forma de ahorrar energía, si pretendemos ir en manga de verano en pleno invierno eso elevará nuestras facturas de la luz.
  • Cierra los radiadores en estancias que no estén ocupadas.
  • Instala válvulas termostáticas en radiadores para regular la temperatura de cada estancia.
  • Mantén los radiadores al descubierto. Si los cubres, necesitarán más energía para calentar la habitación.
  • Ventila la casa todos los días; pero 10 minutos son suficientes para renovar el aire de la casa.
  • Limpia los radiadores al menos una vez al año, la acumulación de polvo puede hacer que la resistencia del radiador necesite más energía para calentar.
  • Coloca paneles reflectantes de calor tras los radiadores. Son unas láminas flexibles, con una fina capa de espuma aislante y una superficie metálica, habitualmente plateada para que el calor no se disperse y se concentre sobre el radiador.
  • Instala calderas o sistemas de calefacción eficientes como pueden ser las calderas de condensación o las de baja temperatura. Las instalaciones de calefacción por suelo radiante con apoyo de paneles solares térmicos son un sistema eficiente y económico para la climatización de interiores.
  • Cuidado con el uso abusivo de braseros y otros radiadores eléctricos que consumen mucha electricidad.
  • Y si lo que realmente quieres es ahorrarte un dinero en tus facturas de la luz, entonces opta por la energía solar. La instalación de las placas supone una primera inversión económica pero realmente a la larga rentable tanto para el sistema de calefacción como para el agua caliente. Siempre puedes dejar instalado el sistema convencional de forma que puedas hacer uso de la energía eléctrica en los días menos soleados.

En verano

  • Cierra las persianas, cortinas y toldos por el día para evitar que la casa se caliente excesivamente y abre todo por la noche para que la casa se ventile y se refresque, una vez que amaine el calor del sol.
  • Climatizar las habitaciones a una temperatura de entre 24-26 ºC es suficiente para alcanzar el bienestar térmico.
  • Programa la autoclimatación de tus aparatos de aire acondicionado, de forma que paren de funcionar cuando la sala alcance la temperatura indicada.
  • No dejes los aparatos encendidos toda la noche, la mayoría de ellos cuentan con programadores para que se apaguen automáticamente a la hora indicada.
  • Climatiza solo la habitación que estás utilizando, cierra la puerta y evita que el aire acondicionado se disperse.
  • Apaga los aparatos climatizadores cuando las estancias se encuentren desocupadas y si vas a abrir las ventanas.
  • Es recomendable el uso de ventiladores frente a los aparatos de aire acondicionado. El consumo es menor y no es tan agresivo para la salud ocasionando resfriados, dolores musculares o alergias.

El consumo energético responsable repercute en tu bolsillo y en el medio ambiente, así que apúntate estos consejos para la climatización del hogar.

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